Y pronto olvidarás el fugaz placer que encontraste entre sus piernas.

domingo, 1 de abril de 2012

Rompiste mis esquemas.

Una vez construí un muro. Escondí mi corazón detrás de él y me prometí que nada ni nadie iba a ser capaz de romperlo. Era el muro más duro y estable que había construido nadie nunca. Y duradero, ¡anda si era duradero! Hasta que llegaste.
Al principio se descorchó un poco. ¿Y luego? Le empezaron a salir agujeros. No le di importancia, lograría reconstruirlo. O eso pensaba. Lo dejé estar, hasta que un día me di cuenta de que estaba demasiado roto para arreglarlo. No había vuelta atrás. ¡Y yo que pensaba que era un muro bien fuerte! Quizás el fuerte eres tú...
Y hoy... bueno. Se podría decir que hoy de mi muro, por no quedar, ni siquiera quedan escombros.



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