Y pronto olvidarás el fugaz placer que encontraste entre sus piernas.

domingo, 1 de abril de 2012

Morir peleando.

Y cuanto más acelero, más me arrepiento. No me equivoqué al escoger el tiro perfecto en la ruleta rusa, ni al apoyarme en cada farola para poder besarte; supongo que tampoco me equivoqué al decirte que me has hecho aprender más que ninguna persona en catorce años, que después de tanto sin sentido, llegan las caricias en la espalda. Que tanto mirar hacia delante hace que no veas las piedras del camino y que en cierto modo, prefiero tropezarme con piedras, levantarme y verte de frente que sentir que eres tú la puta piedra.





Gracias Ángela (@ARDLP).

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